Es una meditación sencilla que nos orienta a reflexionar sobre la vacuidad real del mundo material.
Cómo realizarla:
- Elija un lugar aireado.
- Adopte su posición de meditación más cómoda
- Practique la respiración purificadora
- Imagine ahora que todo su cuerpo es como un bambú, absolutamente hueco. Su piel es apenas una cáscara o corteza, pero en su interior sólo existe la vacuidad, el vacío.
- Permanezca al menos unos quince minutos practicando esta meditación, y verá como su desapego a lo material se desarrolla rápidamente en la vida cotidiana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario