Meditación mirando al Sol
La práctica de la contemplación del Sol al amanecer o al atardecer es milenaria y la podemos encontrar dentro de las prácticas espirituales comunes a la humanidad, difundida en todo el planeta.
Ha sido muy poco lo que nos ha llegado en nuestro tiempo de esta práctica, sin embargo quien más ha hecho por difundirla es el maestro Hira Ratan Manek, que por mas de una década ha subsistido principalmente de Luz Solar y agua, y quien en mas de 3 oportunidades ha dado pruebas de sus afirmaciones a la ciencia, permaneciendo en una de estas ocasiones hasta 411 días en reclusión y bajo la atenta mirada de un equipo de investigadores.
El método es relativamente sencillo, uno tiene que seleccionar un horario del día en que la influencia del sol resulte no dañina a los ojos, y esta ventana de tiempo solo se encuentra en la primera hora en que el sol sale por el horizonte (el amanecer) o la hora ultima en que el sol se oculta (el poniente).
En ambos momentos y por el Ángulo de penetración de la luz, la cantidad de rayos ultravioletas ingresando a nuestros ojos estará en un rango menor a 2 o quizás en el cero, por lo que estas dos horas se constituyen en el tiempo seguro para practicar este sistema sin recibir daños en el órgano de la visión. La recomendación es escoger sólo uno de los dos horarios para hacer esta práctica pero de ninguna manera los dos.
Una vez se ha escogido el horario adecuado, uno tiene que buscar un lugar en el que permanecer descalzo mientras se mira al sol, y el mejor terreno es por lo general la tierra o la arena, en el peor de los casos las piedras o el concreto, pero jamás el pasto.
La explicación que dio el Sr. Hira Ratan Manek, es que cuando uno permanece descalzo sobre la tierra los pies estarán protegiendo la función de los ojos al recibir una frecuencia de electrones libres provenientes del planeta. Sin embargo, de permanecer sobre el pasto, nuestros ojos perderán esa protección debido a que la hierba por su natural tendencia a absorber energía solar, empezara a tomarla directamente de nosotros.
De ninguna manera me atrevería a decir que el caminar sobre el pasto sea mala práctica y de hecho puede constituirse en una experiencia saludable y relajante, pero hacerlo durante la práctica del Yoga Solar esta contraindicado según el método de HRM (Hira Ratan Manek)
Una vez de pie, con la columna recta, y sobre el terreno adecuado uno empieza a mirar directamente al sol por un periodo de tiempo no mayor a los 10 segundos, el que ira incrementándose de 10 en 10 cada día y así continuar avanzando hasta llegar al 1 minuto, luego 1 minuto 10 segundos al siguiente día, y seguirá a lo largo de las semanas y los meses hasta llegar a los 44 minutos que según el método de HRM será el tiempo máximo de exposición directa al sol, en el sentido de que actuando el cerebro como una batería, para el momento que alcancemos los 44 minutos de mirar el astro, la batería estará completamente llena y no habrá necesidad de ir mas allá.
En esta práctica la prisa sale sobrando, pues se trata de un entrenamiento gradual que nos llevará a experimentar beneficios para la salud física y mental insospechados.
Pero allá no termina el sistema; una vez se hayan hecho los 44 minutos, uno empieza a ir en retroceso, acortando el tiempo en un minuto por día, de modo que si llego a los 44 el primero de Agosto, el dos de Agosto hará 43 minutos de observación del sol, el día tres 42 minutos y así avanzare ahora en reversa hasta alcanzar los 15 minutos en los que me estabilizare por el resto de la vida (si es que quiero continuar con el método por supuesto)
Otro punto es que para cuando uno esta aproximadamente en los 35 minutos de mirar al sol el hambre empieza a retroceder de manera significativa por lo que es el momento de tomar una decisión importante.
El dejar de comer no es una imposición del método sino que tiene que ser una elección personal muy bien pensada por lo que significa para el individuo y su entorno familiar y social; no considero que este sea el camino para la mayoría aún, pero, si de practicar este sistema pueden recibir un beneficio para la salud y quizás hallar un punto intermedio entre el comer excesivamente de nuestro condicionamiento cultural y el no comer, esto será desde ya una enorme ganancia para todos.
Entrando en esta etapa (pasados los 35) y de tomar la decisión mas adecuada para el individuo, se recomienda empezar a caminar descalzo 45 minutos por día sobre tierra o arena, y de ser posible todos los días; por otro lado el beber agua pura se convierte en una practica habitual desde que uno inicia el ejercicio de mirar el sol, y es recomendable que bebamos por lo menos 8 a 10 vasos de agua por día.
1 comentario:
es muy peligrosa esta pràctica, promete tanto que muchos se lanzan a intentarlo. La verdadera tradición indica mirar por 1 minuto solamente cuando el sol sale o se pone..Porquè someterse a una pràctica poco probada y acelarada a una en la que podemos disfrutar dìa tras dìa sin lìmites? Porquè andar con un reloj con alarma, una pràctica mecanizada y que seguramente no se aplica a todos por igual. Para pensar..
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