La luz ha sido siempre la representación más tradicional de lo Superior, de lo Divino. Enfocarse directamente en la Luz es establecer un lazo de comunión con lo Ilimitado, sin intermediarios. Esta meditación se basa justamente en esos conceptos.
Cómo realizarla:
- Busque un lugar tranquilo y aireado
- Adopte su posición favorita de Meditación
- Enfoque su consciencia en la respiración. Sienta cada inhalación y exhalación.
- Practique la respiración puricadora
- Concéntrese en la idea más alta que tenga de lo Infinito, de Dios.
- Al inhalar, visualice la Luz entrando por su coronilla y llenando plenamente su cuerpo hasta el último rincón.
- Al exhalar, imagine que la Luz se expande desde su cuerpo en todas direcciones, transformándose usted en un verdadero Sol de Luz Espiritual.
- Sienta como la Energía Espiritual eleva la vibración de todo su cuerpo de energía hasta el máximo.
- Como de costumbre, practique esta meditación al menos una vez al día durante quince minutos sin interrupciones.
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