Las meditaciones del Shamanismo son poco conocidas, pero son sin dudas de las más intensas y poderosas.
No cabe ninguna duda del poder que posee la naturaleza para aquietar nuestra mente y tranquilizar nuestro cuerpo.
En este sentido, el árbol ha sido nuestro gran amigo a la hora de ayudar a sintonizarnos con el aspecto trascendente de la existencia.
La "Meditación Arbórea" es una de las prácticas que llevaron adelante los shamanes toltecas, tal como nos explican Carlos Castaneda y sus discípulos en sus textos. A continuación veremos cómo se realiza.
Debemos practicarla con un árbol fuerte y sano, pidiéndole permiso mentalmente para hacerlo.
- Seleccionamos un árbol adecuado, que "vibre" en nuestra misma frecuencia.
- Nos trepamos lo suficiente como para sentarnos de manera cómoda en una rama, sin que quede contacto de nuestros pies con el suelo.
- Buscamos la posición adecuada que nos permita mantenernos allí de manera segura.
- Cerramos los ojos y practicamos la respiración profunda.
- Sentimos nuestro propio campo de energía.
- Percibimos el campo de energía del árbol.
- Imaginamos que nuestra energía vital se fusiona con la del árbol.
- Nos concentramos en la sensación de unidad con el árbol y la ampliamos hasta sentir la unidad con toda la naturaleza. Nos quedamos meditando un mínimo de 15 minutos.
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