lunes, 27 de noviembre de 2006

Manos a la obra!



Un viejo aforismo del Budismo Zen dice "Una cosa es hablar del agua. Otra es tomarla". Por lo tanto, la mejor manera de entender la Meditación es practicarla.

En principio los requisitos mínimos para meditar son:

  • Un lugar cómodo
  • Nos podemos sentar en la típica posición de piernas cruzadas sobre una manta o esterilla. Si tenemos algún tipo de problema por la postura, podemos usar una silla con un almohadón.
  • No deberá existir ninguna interrupción durante el lapso que dediquemos a nuestra meditación.
  • Acondicionaremos ese espacio para que sea lo más agradable posible. Esto incluye usar música para nuestra meditación, sahumerios, velas, etc. En definitiva, todos los elementos que transformen estos minutos en un tiempo realmente grato.
  • El tiempo mínimo que le dedicaremos serán 15 minutos. Obviamente será mejor cuanto más tiempo le dediquemos.
  • No conviene tener el estomago lleno ni meditar con sensaciones de incomodidad física.

En esencia, meditar es terminar con nuestro diálogo interior, el flujo descontrolado de imágenes junto al parloteo interno continuo.

Comenzaremos con una típica meditación perteneciente al misticismo japonés:

La Respiración del Delfín (Iruka Kokyu Ho)

  • Adopte su posición de meditación adecuada
  • Enfoque su consciencia en la respiración
  • Inhalamos profundo por la nariz, exhalamos relajándonos por la boca ligeramente entreabierta
  • Luego de unos minutos nos imaginamos que tenemos una abertura respiratoria en nuestra coronilla, como si fuera la cabeza de un delfín.
  • Visualizamos que respiramos por allí.
  • Ahora imaginamos que con la inhalación entra luz por la coronilla e inunda todo el cuerpo.
  • Con la exhalación sale luz por la coronilla y nos conecta con todo el Universo.
  • Seguimos con la meditación por el tiempo elegido
  • Al terminar salimos muy despacio de la práctica, desperezándonos profundamente.

Los efectos benéficos de la Meditación van apareciendo en forma gradual, y son acumulativos. Así que es importante la práctica diaria.

La Respiración del Delfín es una técnica sencilla pero realmente profunda en sus efectos. Ahora te toca ponerte en acción y meditar!

viernes, 17 de noviembre de 2006

¿Meditar?¿Para qué?

Suele ser muy común para una gran cantidad de personas confundir la Meditación con una práctica religiosa o en muchos casos la consideran lisa y llanamente una pérdida de tiempo para perezosos.
Es probable que si entendieran con claridad de qué se trata podrían tener una mente y una vida mucho más estable y mejor.
La meditación no sólo es la herramienta de desarrollo espiritual por excelencia, sino que además la ciencia a convalidado sus efectos benéficos a través de múltiples estudios a lo largo de estos últimos treinta años.

Algunos efectos comprobados son:
  • Reequilibrio del sistema nervioso
  • Aumento de la conectividad de las neuronas en el cerebro, promoviendo su multiplicación.
  • Desarrollo de la Paz Interior como cualidad permanente
  • Armonización de la personalidad
  • Tendencia a generar estados mentales positivos
  • Potenciación del poder autosanador de 100 a 400%
  • Aumento de la memoria y la capacidad de retención
  • Prevención de la acumulación de estrés y sus destructivos efectos.

Esto sin tener en cuenta su efecto notable sobre la ampliación de la consciencia y el desarrollo espiritual.

Estas son razones más que válidas para dedicar un mínimo de 15 minutos en forma diaria para obtener progresivamente estos maravillosos beneficios.

En próximas entradas iremos desarrollando diferentes técnicas de meditación y cómo implementar un programa cotidiano.